martes, 7 de septiembre de 2010

Ethereal Island. 2#


La lluvia estaba arreciando en la pequeña isla y Aley caminaba sin mucha determinación por la espesa selva. No temía perderse, no sabía cómo, pero cuando no encontraba el camino de vuelta solo tenía que cerrar los ojos para saber cómo volver.

Tenía el cuerpo bronceado y llevaba el pelo recogido con una cinta que había encontrado entre las cosas de Shawn, mientras caminaba por la selva descubría poco a poco, nuevos árboles y nuevos frutos con los sabores del arco iris, que jamás había probado.

-No deberías comer eso.

Aley se giró bruscamente y no encontró a nadie detrás.

-Arriba.

Y allí estaba Shawn, entre las ramas de un árbol de color azul, con el cuerpo desnudo y magullado por las ramas del monstruo de colores imposibles.

-¿No deberías llevar algo de ropa?- pregunto Aley
-Hace calor- fue la escueta respuesta de Shawn -¿Por qué debería llevarla?
-Pues, porque… no lo sé. ¡Bueno!. Yo la llevo porque…

Aley sin saber que responder optó por el silencio, pero aunque no lo dijo, no podía evitar mirar el cuerpo de Shawn y sentir pudor.

-¿Y por qué no me puedo comer esto?- preguntó en un intento por disimular la rojez. -Si me lo como, ¿me ocurrirá como a Perséfone, y me quedaré para siempre atrapado en el infierno?.
-No, no te lo puedes comer porque esa fruta me da mala espina. No me preguntes porqué.- respondió Shawn.
-No sé qué pensar.
-De todos modos, ¿Qué es el infierno?
-¿El infierno? -Aley, intentando recordar, frunce el ceño. –Pues el infierno es donde están los angeles que ya no tienen alas, y los que ya no pueden ni ver ni oir al Dios. Es decir, los pecadores.
-¿Somos pecadores?
-Si, de nacimiento.
-¿Tenemos alas?.
-No.
-¿Alguien vió o habló alguna vez con Dios?
-No -repitió Aley
-Entonces la Tierra es el infierno y nosotros los angeles caidos. Esa es la verdad. -afirmó contundente Shawn.
-¡Vivimos en el infierno!... entonces ya puedo comerme la fruta.-Y rapidaménte engulle el fruto que sabe, en un principio, a canela, fresa, agua de lluvia y chocolate; pero que después alcanza sabores imposibles.

Shawn, en un salto, deja atrás el árbol y aterriza sobre Aley que, entre grandes risotadas intenta hacerle cosquillas.

-¡Déjame!
-Te quiero mostrar algo –Le dice Aley.

4 comentarios:

  1. Me gusta mucho la historia, está interesante. Como dices te queda pulir un poco lo de los diálogos pero aún así.. :)

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  2. muy interesante, a ver como avanza (que les hayas quitado el sexo me gusta menos jejeje) pero los sabores de colores me encanta :-)

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  3. Les quité el sexo y la edad porque no pueden depender de un modelo real, ellos ya no viven en una sociedad :)

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  4. Me gusta, me gusta. Quiero saber qué es esa clase de animal que ha atacado a Shawn, y quiero probar esa fruta. Estás hecho un artista.

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